domingo, 29 de agosto de 2010

LA CASUALIDAD COMO ALIADA


Durante las vacaciones he dado rienda suelta a mi pasión por la fotografía. Es evidente que mi técnica no está depurada y que muchas de mis fotos resultan convencionales, pero en ocasiones me sorprendo a mí mismo, sobre todo cuando la casualidad se convierte en mi aliada.

Ayer por la noche Fran y yo fuimos a tomar algo a la terraza del Hotel Saratoga, que tiene una de las mejores vistas de la ciudad de Palma. Al entrar en el ascensor que lleva al bar del hotel, vi nuestra imagen reflejada y repetida hasta el infinito en sus espejos. Inmediatamente sentí la imperiosa necesidad de fotografiar aquel efecto. Sin embargo, el primer intento fue un tanto decepcionante porque saqué la cámara mientras ascendíamos rápidamente hasta la séptima planta y sólo pude hacer una foto que quedó mal enfocada. Una cosa muy diferente sucedió al marcharnos ya que, antes de entrar en el ascensor, preparé la cámara y eso me permitió tomar dos imágenes mientras descendíamos hasta el vestíbulo del hotel.

Después de un par de retoques necesarios, aquí tenéis el resultado.

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