Arnold Böcklin, "La isla de los muertos" Hoy hace un día precioso, cálido y brillante. El aire huele a rosas y a flor de naranjo. Docenas de vencejos trazan parábolas imposibles en un cielo azul magnífico. Hoy no es día para morir, sin embargo esas cosas suceden. Dedicado a mi tío Cristóbal, que al fin ha dejado de sufrir.
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